burocracia

llega como el volumen delgado por los poros de las paredes
colonizadas, satirizadas por tus putas ganas de comernos
a nosotros y recibir una, dos veces tus encarnizadas voces
tirando, injuriando al rito humano de las caricias y sonrisas
dale al resto un algodon con alcohol y el sol en sus mejillas
mezclando mezura callejera, las luces en las tiendas y
helados, caramelos, chicles, sorpresas en los ojos
supliendo los zapatos de la niña en el limbo,
como un riñon en espera
sus dientes, esqueleto de peces y narices que me respiran encima
duplican sus pupilas y cruzan veredas carnales, recogiendo niños

caminas lentamente a casa, volantines de adobe y tierra en tus uñas
caracoles que recoges de los pocos jardines, de arboles pintados
dudando le prestas el cielo a los taxistas, a sus bocinas y bigotes
entre la pista esta la arena y la huella de sandalias y gatos
dios te sopla el cabello, besa tus dedos y regresa a trabajar
inflarías tus parpados en colores y un lápiz, borrador, tajador
la madera reciclada parece novedad, tus esquinas y tus años
el embrollo muere a los 15, tus piernas tambien, secas de dinero
puntos y comas, la agonía del agua y el absurdo de no caminarlos
solo a ellos pidiendo, un artilugio para no comer los caramelos
de tu recipiente plastico, bailabamos niña, si no besas los papeles.